¿TU HIJO COME BIEN?
El niño lleva varias horas de clase y su estómago empieza a hacer
ruido, llega la hora del recreo o la hora de la salida, ¡llegó el
momento de comer!
¿Qué deben comer? ¿Por qué?
A
la hora de elegir qué comer, es muy importante hacer una elección sana.
He aquí por qué: comer una variedad de alimentos saludables les
aportará la energía que necesitan para hacer cosas, les ayudará a crecer
como deben e incluso les protegerá de enfermedades.
10 pasos para una comida estupenda
1.
Incluye fruta y verdura. La fruta y la verdura son la mejor apuesta en
lo que a nutrición se refiere. Añaden colorido al plato y contienen
fibra y muchas vitaminas. Es una buena idea comer por lo menos cinco
raciones de fruta y verdura al día, de modo que intenta incluir una o
dos raciones en la comida. Una ración no es mucho. Una ración de
zanahorias es ½ taza o unas 6 zanahorias pequeñas. Una ración de fruta
puede ser una naranja de tamaño mediano.
2. Conoce los datos sobre las grasas. Los niños necesitan incluir
algo de grasa en sus dietas para estar sanos -las grasas también ayudan a
sentirse saciado- pero no necesitas comer muchas grasas. La grasa se
encuentra en la mantequilla, el aceite, el queso, los frutos secos y la
carne. Entre los alimentos de alto contenido en grasas se incluyen las
papas fritas, los perros calientes, los bocadillos de hamburguesa con
queso, los macarrones gratinados con queso y el pollo capeado. ¡No te
preocupes si le gustan estos alimentos! No hay ningún alimento malo en
sí, la idea es disminuir su cantidad, o no comerlos tan a menudo. Los
alimentos que tienen menor contenido en grasas suelen estar hechos al
horno o a la plancha. Algunos de los mejores alimentos bajos en grasas
son la fruta, la verdura y la leche descremada o semidescremada, así
como el queso panela.
3. Apuesta por los cereales integrales. Los cereales incluyen el pan,
los cereales del desayuno, el arroz y la pasta. Los cereales integrales
son mejores que los refinados. ¿En qué se diferencian? El arroz
integral contiene la cáscara, mientras que el blanco no. Del mismo modo,
el pan integral, a veces llamado negro, se elabora con harina de trigo u
otros cereales con cáscara, mientras que el 100% del pan blanco está
elaborado con harina refinada.
4. Beber con sentido común. No solo importa lo que comen, ¡también es
importante lo que beben! La leche es una bebida que prefieren los
niños, si no les gusta es mejor elegir agua pura. Se deben evitar jugos
y refrescos.
5. Elige un menú equilibrado. Cuando la gente habla sobre comidas
equilibradas, se refiere a comidas que incluyen una variedad de
alimentos: algo de cereales, algo de fruta, algo de verdura, algo de
carne u otros alimentos proteicos y algo de lácteos. Intenta hacer algo
parecido con su menú. Evita raciones dobles.
6. Evitar los tentempiés de fabricación industrial. En muchos
colegios, pueden encontrarse, ya sea en la cafetería, el comedor o en
las máquinas expendedoras, tentempiés salados, dulces y refrescos.
Coméntales que no pasa nada si toman esos alimentos de vez en cuando,
pero no deben formar parte de sus menús habituales.
7. En la variedad está el gusto. ¿Comen lo mismo cada día? Si siempre
comen un perro caliente (hot dog) o una torta, es hora de cambiar esa
rutina. Evitemos que se aburran, seamos creativos para que prueben algo
distinto. Busquemos variedad de nutrientes.
8. No debe imponerse la máxima de que no hay que dejar nada en el
plato. La hora de la comida puede ser un momento de bastante
distracción, los menores no se detienen a pensar si ya están llenos.
Sencillamente hay que decirles que escuchen lo que dice su estómago. Si
ya están llenos, no hace falta que se lo acaben todo.
9. Comer con buenos modales. Un par de reglas simples para comer
educadamente que los pequeños deben conocer: comer con la boca cerrada,
no hablar mientras se este masticando, utiliza bien los cubiertos, usar
la servilleta, y muy importante no burlarse de lo que coman otras
personas.
10. ¡No beber y reírse al mismo tiempo! Debemos recordarle a nuestros
niños que no deben hacer reír a sus compañeros o familiares mientras
comen, esto puede provocar desde un desperdicio hasta un accidente. La
hora de la comida es un tiempo de convivencia agradable y respetuosa.
Es fundamental establecer la confianza con ellos para que siempre
que tengan una duda o inquietud nos pregunten, y por supuesto nos digan
que les gustaría llevarse a la escuela o comer en casa.